Un tribunal peruano dictó 36 meses de prisión preventiva contra uno de los diez coacusados en la causa por la cual la líder opositora Keiko Fujimori ha sido encarcelada bajo acusaciones de recibir supuestos aportes ilegales para su campaña en 2011.
"El primer juzgado de Investigación Preparatoria Nacional, a cargo de Richard Concepción Carhuancho, impone 36 meses de prisión preventiva para Vicente Silva Checa y dispone su inmediata captura", dice un tuit del Poder Judicial.
El juez sospecha que Silva Checa -quien ya fue detenido y se espera sea trasladado a una prisión en Lima- integró la cúpula de una presunta organización criminal que habría lavado activos de la empresa brasileña Odebrecht en la campaña presidencial de Keiko Fujimori en 2011.
Según el magistrado, Silva Checa "es el asesor en la sombra" de Keiko Fujimori, y quien tenía a su cargo la estrategia política y judicial del partido Fuerza Popular en la campaña electoral.
El juez justificó la orden de prisión preventiva contra el fujimorista considerando que existe riesgo de que evada a la justicia y de que obstaculice la investigación.
Así, Silva Checa se convierte en el segundo sospechoso en ser enviado a prisión por presunto lavado de activos. Keiko fue la primera.
Al ordenar el 31 de octubre prisión preventiva por 36 meses para la líder opositora, de 43 años, el magistrado había manifestado su sospecha de que Keiko dirigía una "organización criminal de facto que se ha enquistado dentro del partido" fujimorista.
Por su interferencia en los poderes del Estado, como el Congreso, y su intento por obstruir el avance de la justicia, según la visión del juez, Keiko fue trasladada a una cárcel de Lima.
Su abogada, Giuliana Loza, presentó el lunes una apelación por escrito, para que sea puesta a consideración de una Sala Penal Superior del Poder Judicial.
La opositora había sido liberada por una corte de apelaciones el 17 de octubre, tras pasar una semana en detención "preliminar" por la misma causa.
Además de Keiko Fujimori y Silva Checa, el juez todavía evalúa la situación de otras figuras fujimoristas, como Ana Herz, Pier Figari y Jaime Yoshiyama, investigados en la misma causa.
Keiko manejaba desde las sombras al Congreso peruano, según reveló un chat grupal, pero su monolítico partido se sumió en una crisis interna cuando la líder quedó a merced de la justicia.